Ojo a soportes como reposabrazos, apoyapies, cojín lumbar…
En el mercado encontramos sillas de todo tipo: desde el minimalismo de un taburete hasta sillas de oficina que parecen el sofá de casa. ¿Hasta qué punto es necesario incorporar elementos como el reposabrazos o los apoyapies?
Amaia nos explica que lo mínimo que una silla de oficina debe tener son reposabrazos para descansar estas extremidades y cambiar de postura a lo largo de la jornada. El reposapiés parece ser algo opcional, si bien bastaría con ajustar la altura adecuadamente. A partir de esa base, «lo mejor es una silla neutra y que cada uno la adapte.»
Carlos incide sobre la verdadera función de los reposabrazos y su importancia: «Nadie apoya los brazos en el reposabrazos. Sirven básicamente para apoyarte, levantar el culo y volver a sentarte en el fondo. Para lo demás es un estorbo: pellizcan los codos, molestan al girar al chocar con el escritorio…».
Álex Soria también los incorpora en su idea de silla ideal: «Debe tener reposabrazos y estos deben ser regulables en altura para evitar posiciones forzadas.»